31.1.07

El Pez Filosófico


Atended , pues, si queréis conocer las virtudes de este singular animal . A pesar de su aparente sencillez su pesca es tarea de colosos ; escapa a las manos del más rápido y pone en ridículo a los más hábiles . Hay quien recomienda atraerlo con la ayuda de una lámpara , sin embargo yo os animo a que empecéis por estudiar bien a ese pez, todas sus manías y propiedades, para así saber lo que le gusta o más le conviene ; y ello porque se trata de un bicho sumamente caprichoso , que sólo asoma cuando se le antoja . Ningún aparejo del vulgo sirve durante su pesca , cañas , arpones y cebos son nada ; únicamente un tipo de red viene a propósito a tal efecto , pero es casi imposible encontrar un artista capaz de tejer su delicada trama ; pues en él podemos identificar a cierta sustancia participante en la disolución y transformación filosófica , si logramos ver y concebir su emergente cuerno.


Resulta fascinante comprobar la mirada de los filósofos en lo referente al pescado hermético , ya que hay quienes lo asocian al azufre, otros toman el mismo símbolo para el azufre, el mercurio simple y el mercurio disolvente compuesto . "Los filósofos dicen comúnmente que hay dos peces en nuestra mar (o nuestra obra , es lo mismo) , los dos , en verdad , sin carne ni espinas (convenientemente preparados) son cocidos en el agua que les es propia . Entonces saldrá de ellos la gran Mar (o gran obra, es decir, el primer embrión de nuestra piedra que llegará a ser azufre perfecto) que ningún hombre puede describir. He aquí lo que por esto entienden los filósofos : Se encuentran dos peces, pero los dos no son sino uno, dos , sin embargo , y no obstante uno solo (dos que son uno, entiéndase por esto una sustancia doble compuesta de dos cosas , dos esencias) .

"Los filósofos poseen también su mar , donde nacen pequeños peces gordos que tienen escamas plateadas y brillantes que se van organizando sobre la superficie líquida hasta formar una capa que se fragmenta rápidamente ; si sabemos atraparlos y envolverlos en una red delgada seremos considerados pescadores muy hábiles". Estos corpúsculos flotantes se asemejan a peces que el artista debe pescar , revolotean sin descanso, van de acá para allá sin orden ni concierto, se sumergen y afloran cuando quieren . Con alta destreza se logrará que las partes dispersas se suelden y cubran de nuevo toda la superficie acuosa . La materia se ha fijado o , si lo prefieren, el pescador ha atrapado al pez en su red , pues ha unificado esas dos esencias en el magisterio de su cornucopia.

Es el momento de emerger , de trascender desde la superficie acuosa y ganar la tierra mediante la proyección metafísica a través del cuerno del pez unicornio . Es el momento de la transformación del hombre vulgar que ha encontrado su principio metafísico trascendente .

Para los más doctos dejaremos la propuesta de una obra redactada por el gran hierofante hispano de la gaya ciencia . Cruda tarea será la de romper su sello protector. Nos referimos a la "Ilustre Fregona", novela ejemplar del coloso Miguel de Cervantes donde se declara una gran verdad : "¡Oh pícaros de cocina! , sucios , gordos , pobres fingidos , tullidos falsos , cicateruelos de zocodover.........con toda la caterva que se encierra dentro de ese nombre de pícaro . Bajad el toldo , amainad el brío , no os llaméis pícaros sino habéis cursado dos estudios en la academia de pesca de los atunes ".....

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