18.12.17

Ganesha y su hermano Karttikeya


Es oportuno conocer la historia de las bodas de Ganesha y su hermano Karttikeya.

Antes sepamos que ultimo era el segundo hijo del dios Shiva y Párvati; es el dios de la guerra, iba al mando de las huestes de su padre y su montura era un pavo real.

Cuando pasó el tiempo los dos hermanos sintieron deseos de casarse por lo que pidieron a sus padres que les encontraran unas buenas esposas. Shiva y Párvati, felices de oir a sus hijos les prometieron que, efectivamente les buscarían unas buenas y hermosas mujeres.

Pero el problema vino cuando discutieron por ver quién sería el primero en casarse, los dos querían serlo; Ganesha decía que por ser el mayor él tenía que hacerlo, y Karttikeya pensaba que al ser el más joven debería tener la primera oportunidad.

Sus padres no sabían qué hacer, si complacían a uno, perjudicaban al otro, así que Shiva pensó: el que viaje alrededor del mundo y llegue primero, ése será el que se case antes. Karttikeya comenzó de inmediato su viaje, montado en su pavo real, mientras Ganesha permaneció allí sin moverse. 

Cuando Shiva vió  que continuaba sentado le preguntó cómo no había comenzado él también el viaje y Ganesha simplemente le sonrió y siguió con sus meditaciones; sabía que era imposible ganar pues su hermano era atlético y fuerte y él tenía una gran barriga, las piernas cortas y su montura era un ratón.

Pero encontró una solución: vio que sus padres se bañaban en el río y él, presuroso los rodeó, hasta siete veces, sus padres, intrigados le preguntaron el porqué de su actitud y Ganesha les respondió que para él ellos eran todo su mundo, pues eran los dioses supremos. 

Shiva y Párvati, contentos y admirados por la inteligencia de su hijo reconocieron su victoria e hicieron los arreglos para la celebración de su boda. 

Luego que todo hubo sucedido, Kartikeya regresó de su largo viaje. Al tomar conocimiento de lo acontecido, Kartikeya, que hasta ese momento estaba seguro de ser el primero, cayó preso de una profunda tristeza.

Tal fue su abatimiento que decidió abandonar Kailasa para siempre. Sus Padres trataron de consolarlo y hacer que cambie de parecer, pero todo fue en vano. Él decidió no casarse nunca y continuar siendo un Kumara (jóven Célibe) por el resto de su vida. Así, luego de pedir permiso a sus Padres y postrarse ante ellos se encaminó a la montaña llamada Krauncha, la cual se halla cerca del sagrado Lago Manasa. Parvati quedó profundamente afligida por la partida de su hijo.

Pasado un tiempo Shiva y Parvati decidieron hacer un viaje a la montaña para visitar a Kartikeya.
Grande fue la alegría de los Padres cuando vieron que su amado hijo se hallaba rodeado por Grandes Yogis, Sabios Santos y Rishis, quienes con gran devoción escuchaban las enseñanzas impartidas por él. Después de pasar algunos días a su lado, los Padres le pidieron que regresan con ellos al Monte Kailasa. Sin embargo , al oír esto, los sabios y los Rishis le rogaron que no los abandone, para que así pueda seguir brindando conocimiento espiritual e inspirando devoción en todos los que hasta allí se acercaban.

Kartikeya, en un acto de profunda compasión, decidió quedarse entonces para siempre, ayudando con su sabiduría a todos los hombres de la Tierra.

Dicen los Maestros que desde ese día, Shiva y Parvati, visitan a Su hijo todos los meses. Shiva lo visita el día de la luna nueva y su Madre, Parvati, los ve los días de luna llena, siendo ambos días altamente auspiciosos para la meditación y las prácticas espirituales.

"Es maravillosa la enseñanza que nos entrega esta historia. En ella, Kartikeya, el hermano de Ganesha, no es otro que nuestra propia mente, la cual es infinitamente ágil y veloz, pero que, sin embargo, tiene la limitación de poder moverse en el plano del universo relativo, ya que tiene vedado el ingreso al Reino Espiritual. Ella es capaz de abarcarlo todo, pero en su superficie. Tan solo puede ver el aspecto exterior de una cosa. Tal es la razón por la cual, Kartikeya recorre sin dificultad la totalidad del Universo, con sus mares, montañas, soles y lunas.

Por otro lado, Ganesha es la Encarnación de la Sabiduría Espiritual, ese sagrado don de Dios que permite al hombre adentrarse en su propio corazón, donde mora la Divinidad.

El hombre sabio no recorre ya los vastos dominios de la materia, puesto que sabe que no es allí donde reside la Ultérrima Verdad, sino que su mente y corazón giran constantemente en torno a Dios (simbolizados por Sus padres Celestes), hacia el cuál es atraído por la inquebrantable fuerza de la Devoción. Así, Ganesha es la representación de la Sabiduría, el cual es el más elevado Bien que puede poseer un hombre.

Tal es la razón por la cual se torna merecedor de contraer matrimonio con Siddhi, es decir el Poder Espiritual, que no es otro que el Poder del Amor, y Buddhi, el Supremo Discernimiento, el cual es idéntico al Conocimiento Directo de Dios."

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