5.11.06

UNA ORDEN




En la Orden de Caballeros Tirodal se practican TRES GRADOS DE INICIACIÓN, to­dos basados en la vía de la oposición estratégica. Sin embargo, gracias al alto nivel alcanzado en el conocimiento de la Sabiduría Hiperbórea, la técnica arquemónica se aplica directamente para aislar al Yo perdido, del sujeto consciente. La técnica de los Caballeros Tirodal consiste en RESIGNAR al sujeto consciente con una Runa Sagrada que tiene la propiedad de AISLAR al Yo perdido; tal operación equivale a establecer un cerco estratégico sobre el Símbolo del Origen ; el Yo perdido queda entonces AISLADO del sujeto consciente y estratégicamente REORIENTADO hacia el selbst; a partir de allí, desde el centro de la Runa Sagrada, podrá luego, en la Segunda Iniciación, situarse en el Selbst y convertirse en virya despierto. Pero la más importante conse­cuencia de la Iniciación Hiperbórea es, sin dudas, LA INMORTALIDAD DEL YO: luego de su aislación rúnica, en efecto, el Yo no puede ser ya afectado de ningún modo; ni en la desinte­gración del microcosmos o la disolución del cuerpo astral podrían alterarlo en forma alguna. Por el contrario, la aislación del Yo, el conocimiento de su inmortalidad, elimina para siempre la angustia de la muerte y transforma al Iniciado Hiperbóreo en un guerrero temerario. Un gue­rrero que, según se dijo, aguarda el Fin de la Historia para emplear su terrible poder.
Resumiendo, en la Primera Iniciación, cuando el Yo perdido ha sido cercado, se obtiene el grado de CABALLERO TIRODAL; en la Segunda Iniciación, cuando se atraviesa el puente que conduce del Yo perdido al Selbst, se obtiene el grado de PONTÍFICE TIRODAL; y en la Tercera Iniciación, cuando desde el selbst el Yo despierto está en condiciones de revertir al Espíritu Hiperbóreo, es decir, cuando se conquista el Vril, se obtiene el grado de SIDDHA BERSERKIR.
(transcripción de FSH-PI , NIMROD de ROSARIO)


ORDENAMIENTO.

Sin entrar en el análisis de estructuras piramidales , o del sistema celular propuesto por la francmasonería , donde ya sabemos que se mantienen gracias a toda una estructura de normas y leyes , y teniendo el factor espacio-temporal presente , puede decirse que una orden comprende la formación de círculos .
Un círculo no es algo homogéneo ni homogeneizante , el criterio en él no es vincular , sino más bien la coincidencia simbólica que da cuerpo a una estrategia , el actuar estratégico posibilita por su parte "VER" el cielo arquetípico y trascender nuestras vinculaciones anímicas ....
Para describir un círculo no es posible utilizar analogías geométricas , por lo menos no las analogías euclidianas , dado que aquí intervienen más de tres dimensiones , trasciende incluso el orden de la manifestación...
Lo irracional del tema del círculo es que por un lado va implícito su centro y éste es común a todos ; en múltiples círculos , sin contacto entre sí , por parte de personas también desconocidas entre sí , el fenómeno es que todos perciben el mismo centro en torno al cual se ordenan metafísicamente....
Cuál sería entonces la analogía geométrica que podría utilizarse , la esfera no se adaptaría , pues los círculos se encuentran desplazados en el espacio a pesar de lo cual conservan la propiedad de poseer un centro común . Esto puede ser aprehensible por la razón en tanto sea capáz de establecer una analogía no geométrica del fenómeno , es intuíble pero no representable ...
En una célula se necesita mucha cantidad de miembros , integración ideológica y acatamiento a la jerarquía , esto da rigidez morfológica al sistema ... En una circunsferencia los puntos del perímetro guardan una distancia igual y fija al centro . En un "círculo místico" el centro está fuera de ellos , esta condición hace que desde donde está este centro , mantenga el radio en cada círculo , esto nos lleva a la idea de cono ..., el círculo es su base cuyo centro es el vértice y está fuera de él , es decir , podemos hablar de un centro analógicamente trascendente . Este vértice sería el "centro carismático" y se lo considera situado en un plano desincronozado témporo-espacialmente del mundo material del Demiurgo...
Entonces : una célula no tiene trascendencia . La jerarquía es virtical en la horizontalidad . En un círculo la autoridad es espiritual y tiene que ver con el lider carismático , el "aura carismática " de la sabiduría que llevamos en el recuerdo de la sangre pura ; y entre los miembros rige la camaradería ...
En las células las bases deben "mirar" hacia arriba para visualizar a la máxima jerarquía , es decir , que se requiere una mirada externa , sensorial , temporo-espacial , para acatar órdenes ...
En un círculo los camaradas deben mirar "hacia dentro" para coincidir con ese centro carismático a-temporo-espacial , pues la vinculación carismática es común a todos en la sicronía de los aconteceres , esto nos acerca al concepto de mística ...
El progreso en una célula es escalonado , que significa un cambio relativo en la posición social y ésta no guarda relación con ningún valor espiritual de la persona . En un círculo sólo se busca recuperar la memoria de la sangre , no hay proceso ni evolución , sino "mutación" ....Para un hombre común le resultaría imposible integrar un círculo , pues al carecer de memoria de sangre se vería impedido de percibir el "CENTRO" o sea el vínculo carismático y la mística...
En la vinculación carismática no hay comunicación espacio-temporal , en la medida que uno "sabe" por rescate de esa sabiduría original , no hace falta distribuir conocimientos que por otra parte provocan homogeinización . Un círculo no está determinado por la cantidad de integrantes , un solo individuo puede ser un círculo , eso lo determina el acto en un KAIROS . No se basa en una integración ideológica , sino en la coincidencia en símbolos que a cada uno lo muta de acuerdo a su proceso de purificación , en todo caso es una mística la que intergra en la medida que el individuo adquiere su integridad ....
No hay jerarquía , pues lo superior es el propio SELBST que por analogía , en la estrategia racial es el lider carismático . Hay que tener en claro que somos una raza de espíritus encadenados , por ello para nosotros toda estrategia implica lo racial y por ello el lider carismático es el lider de una raza ...
Un círculo de camaradas que se mueve en este plano puede adoptar externamente cualquier forma , pero cada uno está conectado en la medida que a través de los símbolos uno va "viendo" lo que es en realidad , esto lo pone en el plano metafísico , al que se llega no por escalera sino por "rampa" . Cada uno tiene su proceso y es algo diferenciado , único e inconfundible , cada uno cumple su estrategia para alcanzar su individualidad espiritual ( no confundir con individualidad psicológica) , en donde la personalidad es la herramienta operativa en los argumentos , pues esta se mueve en esa vertical horinzontalidad ...
Nuestro centro es el lider carismático , que es análogo al SELBST , y en este momento específico ese carisma está representado por la sabiduría que vamos obteniendo en la medida que resolvamos el laberinto , y esto posibilita ir coincidiendo en otros planos de significación , eso lo irá determinando el kairos , por eso debemos estar atentos no solo a nuestros propios procesos sino también a los eventos , argumentos y circunstancias externas ... Cada uno debe llevar a cabo su "opus alquímico" , para ser , en el kairos indicado por el lider carismático , el catalizador que haga precipitar el plomo que se mezcla ahora con el oro...
En todo sistema de jerarquías el individuo sólo tiene importancia en cuanto a factor numérico de la masa , en el círculo un individuo es determinante total del curso de la estrategia , de ahí la importancia de la coincidencia mística , cosa únicamente posible entre quienes "recuerden" la sabiduría del espíritu... En un círculo la "comunicación"es carismática , todos intervienen en el cielo constelado , directa o indirectamente , con conciencia o sin ella ...
Es por lo expuesto que puede decirse que un individuo puede ser un círculo , y también varios camaradas coincidiendo en un objetivo a alcanzar , pueden conformar un círculo sin que ello los homogeinice , y logrado el objetivo pueden o no seguir formando un círculo si hay otro objetivo a lograr ... No hay rituales ni circunstancias materiales que determinen la pertenencia a un círculo , sólo la propia autoelección de ordenarse uno mismo hacia el centro carismático expresado en esta época histórica por la RUNA TIRODA

KAMERADEM

La camaradería no es un vínculo cuantificable, una relación mensurable, una razón entre compañeros. No es un mero nexo afectivo, como la amistad, sino coincidencia espiritual, identidad de ideales que se realizan simultáneamente. La camaradería es determinada por instantes absolutos: el tiempo y el espacio del hecho; pero carece de dimensión temporal extensiva; vale decir, la camaradería no admite categoría de duración, es inconcebible un Camarada permanente, como un amigo. La camaredería produce Camaradas del acto, de la circunstancia coincidente; implica el encuentro de dos o varios, en un mismo instante, con un ideal común que se concreta. La amistad, por el contrario, es temporalmente extensa y espacialmente limitadora y abarcante; consiste en un grueso nexo sentimental, casi mensurable, que une a las personas con independencia del hecho en el que participan. La amistad es independiente de toda norma ética porque brota del corazón, como toda relación afectiva. En la camaradería, por el contrario, siempre está presente el Honor. Se exige no cuestionar la conducta moral de un amigo; es obligación, en cambio, observar la actitud ética de un Camarada: Se podría traicionar a la patria, con ayuda de un amigo. Pero sólo es posible morir por la patria, con ayuda de un Camarada.
De la oposición entre la amistad, afectiva, y la camaradería, espiritual, surge con claridad por qué el traidor consigue extender su traición en el tiempo, “para siempre”, análogamente a la amistad, y por qué el héroe debe demostrar su valor en el acto de un instante, instante que el Honor, y la ética de la humildad, obligan a olvidar posteriormente: ese instante del héroe, que lleva implícito todo el valor en el acto de su ocurrencia, es la instancia absoluta de los Camaradas, la coincidencia perfecta de los que van a luchar a favor del mismo ideal. Porque, y la aclaración es evidente, el instante del héroe es un tiempo propio de Kshatriyas, de Guerreros, es decir, de Camaradas.
En una trinchera, están refugiados un jefe y diez soldados. De pronto cae adentro una mortífera granada. Un soldado se arroja sobre ella y amortigua la explosión con su cuerpo: ha muerto pero ha salvado a todos los demás; es un héroe. Hay que advertir, en este ejemplo, que el héroe, en su instancia absoluta, es el líder carismático del grupo. Observemos bien: se trata de un ejército profesional, existen jerarquías y grados militares, superiores y subordinados, jefes y soldados. Sin embargo esa organización exterior, ese orden superficial, no cuenta frente a la Muerte imponderable; las fuerzas internas del orden humano son impotentes para oponerse a la potencia disolvente de la Muerte. Al caer la granada, en la trinchera, sólo son reales la Muerte y los hombres que van a morir: en ese instante de terror no hay superiores y subordinados, jefes y soldados, sino hombres que van a morir. Pero alguien decide oponerle el cuerpo a la Muerte. Lo piensa en un instante y lo decide: él detendrá a la Muerte, no la dejará pasar más allá de sí. No es un suicidio: es un acto de entrega de la propia vida en favor de un ideal. “Muero para que triunfen ellos”.
Primer acto: Cae la granada en la trinchera y la granada es la Muerte: frente a Ella, un grupo de hombres va a morir.
Segundo acto: Un hombre se levanta desde su propia humanidad y decide “morir él solo y salvarlos a ellos”, “para que triunfen ellos”. Y quien así obra no es ni jefe ni soldado, pues el valor no requiere jerarquías, sino el héroe. He aquí el milagro: un soldado se apodera de la instancia absoluta y deja de ser soldado para convertirse en héroe. Y ya no hay jefes ni soldados, ni siquiera hombres que van a morir, sino el héroe y sus Camaradas.
Sus compañeros, jefe y soldados, son los Camaradas que coinciden junto a él en el acto de la Muerte. Pero, por sobre todos los actos, está el objetivo de la guerra, el ideal del guerrero, la patria o tal vez una meta nacional. La realización del ideal necesita, pues, el hecho de la vida. La Muerte, en ese caso, es el Enemigo. De allí que, frenar a la Muerte, evitar que quite la vida de los que luchan por el ideal, sea un acto de servicio al ideal, fuera de todo reglamento. Si no fuese así, el acto del héroe sería un mero suicidio y los sobrevivientes salvarían una vida sin sentido. Pero la vida rescatada de la Muerte tiene un sentido: el triunfo del ideal . El héroe se arroja sobre la granada pero les dice bien claro a todos: “muero para que vosotros ­triunféis”, es decir, “muero así para que triunfemos todos”, “muero así para que triunfe el ideal”, “¡triunfad!”; no les dice “Os regalo la vida”.
¿Y cómo se los dice?: carismáticamente. Todos lo escuchan con la Sangre; por eso no sienten que le deben la vida al héroe sino que deben triunfar, derrotar al Enemigo, cumplir con su mandato. ¿Entonces hay orden? Sí, pero no el orden artificial de la organización militar sino la formalidad de la Mística: en el instante de arrojo, el héroe es el líder carismático de sus Camaradas y su último pensamiento es una orden que todos acatarán. Una orden dada fuera de la jerarquía militar, desenganchada de la cadena de mandos, pero dotada de mayor fuerza que cualquier disposición exterior porque ha sido emitida dentro de cada uno, simultáneamente con la explosión de la Muerte. Bajo la forma Mística del ideal, los Camaradas han recibido, en un instante único, la orden del líder carismático, que lo es porque en esa instancia absoluta los supera a todos con el valor heroico de su acto.
Regresando a la comparación anterior, ahora se puede apreciar mejor la diferencia entre la amistad y la camaradería: los amigos pueden darnos mucho, incluso todo lo que tienen; tal vez hasta den la vida por nosotros; pero sólo los Camaradas nos darán algo mayor que sus vidas, incluso mayor que nuestras propias vidas, esto es, el ideal. Sólo un héroe, o un Camarada, creerá en nosotros como héroes o Camaradas y nos ordenará seguir al ideal, nos señalará el ideal, nos revelará el ideal, nos aproximará al ideal.
Ser amigo es estar ligado a un corazón ajeno. Ser Camarada es estar comprometido con un ideal; significa asumir, en el momento oportuno, la instancia absoluta del héroe; si fuese necesario, liderar carismáticamente a los Camaradas, ordenar la marcha hacia el ideal, morir por el ideal. “Alemania, un día te elevarás radiante / aunque Nosotros tengamos que morir / ... / ¡Sí, nuestros Estandartes son superiores a la Muerte!”

(Transcripción: El Misterio de Bellicena Villca - Nimrod de Rosario)

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